Añado información de lo que me han contado testigos presenciales. Sólo había en el momento justo dos chicos que jugaban al baloncesto y una chica que pasaba por ahí.
Los autores llegaron andando desde el polígono industrial entre risas ruidosas. Uno de ellos llevaba una mochila. Una de la chicas era muy alta. Según uno de los testigos, alumno de un colegio británico y que se encontraba de visita en Soto, alguno de los autores gritó en inglés.
Prendieron fuego a la valla en un instante y salieron corriendo hacia arriba, doblando en la glorieta hacia la izquierda, de modo que tomaron hacia Alameda Baja, aunque es imposible saber hacia dónde continuaron.
La joven, así como conductores de algunos coches que pararon inmediatamente, dieron aviso y se presentaron rápidamente nuestro auxiliar, la Policía Municipal y la Guardia Civil. Los bomberos fueron los que tardaron algo más en llegar.
Es imposible prevenir este tipo de actuaciones mediante vigilancia y no se debe esperar tal, ni de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, ni de nuestro auxiliar. No es posible vigilar cada calle cada minuto. No es posible evitar cada delito. A veces, caben medidas preventivas (no en este caso). A menudo caben medidas disuasorias (disminuyendo la posibilidad de impunidad, que es lo que nuestra diligencia y nuestro servicio de control proporcionan). Pero, tras el hecho, lo único que queda es la investigación de los hechos y el peso de la Ley. Sé que la policía habló con la joven y le pidieron los datos. No sé qué actuaciones posteriores hubo.
Invito a quien tenga información a compartirla con nosotros. Si se trata de alguien ajeno a Soto, puede enviarnos su aportación mediante el formulario
Contactar y lo publicaremos.